martes, 29 de mayo de 2012

TBA y el cuento del Tío

Por Juan Tosi

Hoy, 24 de mayo de 2012, a tres meses de una de las mayores catástrofes ferroviarias que se recuerden en Argentina, Cristina Fernández de Kirchner finalmente decide por decreto terminar con la concesión del servicio que desde 1995 tenía Trenes de Buenos Aires sobre las líneas metropolitanas de los ex ferrocarriles Mitre y Sarmiento. Si bien destacaron la importancia de la medida, los diputados del Radicalismo denunciaron que el Gobierno “no tiene un plan a largo plazo” y anticiparon que “nada cambiará” si continúa en su cargo el ministro Julio De Vido.















Esta afirmación de los legisladores Radicales es estrictamente cierta. Por más que el Gobierno intente una y otra vez hacernos creer que la inoperancia y desinversión de las empresas privatizadas es un hallazgo impensado de una gestión recién llegada al poder, la realidad indica que conforme pasa el tiempo, es cada vez mas inocultable que los máximos responsables del estado desastroso de la infraestructura nacional son las principales figuras del Gobierno: Néstor y Cristina kirchner y su único e inoperante Ministro de Planificación Federal Julio De Vido. Cuando las papas queman, o sea, cuando los servicios que dependen de Don Julio colapsan en su senectud y en medio de la mayor desinversión de la que se tengan memoria, para “zafar” repiten una y otra vez la misma fórmula que -increíblemente- parece darles resultado.

Entonces para el mismo problema repasan el mismo discurso basado en las mismas excusas. El problema: empresas estatales concesionadas o privatizadas en los 90 (durante el Gobierno del Partido Justicialista con Carlos Menem a la cabeza) y luego vaciadas y fuertemente subsidiadas desde el 2002 hasta ahora, sin inversiones, sin expansión, sin mantenimiento, sin controles oficiales serios (durante otros tres gobiernos del Partido Justicialista: el de Duhalde y los Néstor y Cristina kirchner). Las excusas que adornan el relato se repiten invariables: los 90, el 2001, el capitalismo, la crisis de acá y de allá, Menem, la Alianza, el “modelo” que se profundiza, etc, etc... nunca se incorporan “ellos” al sistema de responsabilidades.

Actuaron de esta manera con el Correo en 2003 cuando apenas habían llegado al poder; de nuevo cuando le quitaron la concesión del San Martín a Sergio Taselli en 2004 a mas de un año de gestión; la repitieron con Aguas Argentinas en 2006 a tres años en el poder; con Taselli de vuelta cuando le quitaron el Ferrocarril Roca y el Belgrano en 2007, ya con mas de 4 años al frente del Estado; con Aerolíneas pasaron el mismo disco en 2009 (después de 6 años de estar De Vido al frente del ministerio) y finalmente, con YPF y TBA repitieron el mismo cuento este año. Siempre con las mismas argumentaciones y como si hubiesen asumido ayer mismo.

Vale la pena repasar brevemente que se dijo en cada caso:

Después del desastroso “accidente” de Once que se cobró 51 vidas, TBA fue “intervenida” por las “deficiencias de prestación”. Algo parecido pasó con el Correo en 2003, haciendo la salvedad de que en aquel entonces no hacían falta las 51 muertes, con las “deficiencias de prestación” alcanzaba. “Diario de Cuyo” informaba en noviembre de 2003: "El interventor del Correo Argentino, Eduardo Di Cola, ratificó ayer que la empresa no quedará en manos del Estado y sostuvo que, al menos por el momento, el gobierno no ha emitido una norma que obligue a la distribución de la correspondencia de las reparticiones estatales a través de la empresa oficial. El decreto es terminante: habla de 180 días (de intervención) y en ese tiempo vamos a hacer el esfuerzo para cumplir, dijo Di Cola". En su edición del 24 de mayo de 2012 “La Nación” informa que el decreto firmado por CFK sobre la rescisión de TBA expresa: "las líneas Sarmiento (que une la estación Once con Moreno) y Mitre (corre entre Retiro y Tigre, y entre Retiro y José León Suárez) quedarán a cargo ahora de las otras compañías del sector ferroviario metropolitano y será controlada por la secretaría de Transporte y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT)".

"La operatoria funcionará de esta manera, en principio, hasta que el Gobierno determine la modalidad de la nueva concesión". El Correo nunca fue nuevamente re-licitado y las líneas San Martín, Roca y Belgrano Sur desde 2004 hasta ahora, siguen bajo la conducción de la UGOFE y la Secretaría de Transportes de manera “eternamernte” transitoria.

En 2004 “El Reportero Ferroviario” en su edición del 16 de junio informaba sobre la quita de la concesión de la línea San Martín a Sergio Taselli: "una fuente del Gobierno ratificó que la decisión del presidente Néstor Kirchner está tomada: se rescindirá el contrato por las reincidentes fallas en el cumplimiento del servicio. De todos modos, el informante advirtió que "se siguen analizando los aspectos legales para evitar cualquier complicación judicial para el Estado". Por eso aclaró que no podía precisar cuándo se comunicará la decisión de manera oficial, aunque estimó que sería la próxima semana. En encuentros informales con representantes del resto de las operadoras de trenes de pasajeros, funcionarios del Gobierno sondearon la posibilidad de que Metrovías, TBA y Ferrovías presten el servicio mientras dure el proceso para llamar a una nueva licitación, que demandaría no más de seis meses a partir de la quita de la concesión”.

¿Que decía en una editorial el 23 de marzo de 2006 “La Nación” respecto de la estatización de Aguas Argentinas?: "Una de las razones esgrimidas por el Gobierno para rescindir el contrato fue el incumplimiento de Aguas Argentinas del plan de obras comprometido para la expansión y mejoramiento del servicio, además de haber acusado a la empresa de poner en peligro la salud de la población por el nivel de nitratos encontrado en algunas localidades del Gran Buenos Aires".

El 22 de mayo de 2007 “El Diario de Cuyo”, informaba sobre el final de la concesión de Sergio Taselli y su empresa Metropolitano sobre las líneas Roca y Belgrano Sur: "La rescisión de los contratos fue decidida durante una reunión que Kirchner mantuvo con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y los secretarios de Transporte, Ricardo Jaime, y de Legal y Técnica, Carlos Zannini. "El Gobierno nacional está tomando una decisión que tiene mucho que ver con el tipo de servicio que se venía prestando en ambas líneas ferroviarias", afirmó Fernández durante una conferencia de prensa en la Casa Rosada. El ministro De Vido argumentó que se rescindió el contrato de Trenes Metropolitanos por el "incumplimiento" de varias obligaciones asumidas cuando se hizo cargo del servicio. Y mencionó "la superación con las multas de un 30% del monto de las garantías por cumplimiento del contrato; el mal mantenimiento del material rodante y problemas en la prestación de un servicio en condiciones de calidad, confort y seguridad".

Respecto de Aerolíneas “Público.es” en febrero de 2009 reproducía las palabras de la presidente Cristina Kirchner de esta forma: “La privatización de Aerolíneas nunca funcionó adecuadamente y culminó con una no-prestación del servicio que colocó al país en graves problemas de conectividad", afirmó Fernández. A modo de ejemplo, explicó que se vendieron billetes para las vacaciones de invierno, en las que todo el mundo viaja, cuando no se disponía del servicio para hacer frente a los mismos. "Tuvimos que tomar decisiones que no habríamos querido tomar", aseguró Fernández, quien apuntó que decidieron la nacionalización para garantizar un servicio público de carácter estratégico "vinculado a la conectividad del territorio y al desarrollo turístico".

Este año -entre ríos de tinta- “La Gaceta de Tucumán” el 6 de mayo, reproducía los conceptos de la presidente sobre la necesidad de estatizar YPF: "La presidenta Cristina Fernández, firmó el decreto de promulgación de la expropiación, designó al nuevo gerente general de la compañía y anunció que el 4 de junio se realizará la asamblea accionaria para nombrar los nuevos directores de la empresa durante un acto que se trasmitió por la red de radios y TV. En un mensaje a todo el país, señaló que la petrolera deberá funcionar a partir de ahora de manera "eficiente y profesional", porque no "puede volver a suceder" la situación ocurrida durante la década los 90, cuando "se fundía pero los contratistas se convertían en prósperas empresas".

Finalmente, hoy 24 de mayo de 2012, el diario “La Capital” reproducía las asombradas y asombrosas declaraciones del ministro más caradura que recuerde la nación, Don Julio De Vido. "El ministro describió en cierta medida como se le “escapó la tortuga” durante 9 años y dijo: que los incumplimientos de TBA quedan de manifiesto, entre otros motivos, "en las 250 multas aplicadas por un total de 70 millones de pesos, que sin dudas no generaron una corrección en la conducta de la empresa, más allá de la acción pecuniaria de las multas". Acto seguido y como si hubiese sido un éxito, expresó que la operación del servicio se hará a través de los dos únicos concesionarios que quedan: Ferrovías y Metrovías (a quien criticó con dureza hace unos días por el ruinoso servicio de Subtes) "para conformar una Unión Transitoria de Empresas (UTE) que además deberán articular la salida de TBA de la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria (Ugofe), que tiene el manejo de las líneas Roca, San Martín y Belgrano Sur."

El cuento del Tío

Cabría preguntarle entonces a la presidente y al ministro (si se pudiese) si tomaron nota de que los ´90 pasaron hace mas de 12 años y que este gobierno, junto al de Néstor Kirchner, ya lleva 9 años en el poder (siempre con el mismo ministro De Vido en el área de obras y servicios públicos). ¿No es suficiente casi una década para darse cuenta como vienen funcionando estas empresas?... Obviamente si no se trata de personas con “capacidades diferentes” -por no llamarlos perfectos idiotas- 9 años es tiempo suficiente para “notar” que la mayoría de los servicios no se prestan con eficiencia y calidad.

Lo que es evidente, es que este Gobierno en estos 9 años jamás tuvo verdadera voluntad política de resolver los grandes problemas de infraestructura que sufre el país y que además, por medio de organismos como la CNRT, la CNC, el ENRE, la SIGEN y la AGN entre otras, conoce perfectamente. Excusas para “tirar la pelota afuera” tales como “los 90” y el “neo-liberalismo” a más de 11 años de su finalización o el “Plan Larkyn” de 1958, son a esta altura, argumentos rayanos en la imbecilidad. La única verdad es la realidad, dijo Aristóteles y eso indica que nada cambiará, mientras Don Julio siga en el poder y tomando decisiones...

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